El fin de semana del 4 al 6 de abril nos reunimos en Calasparra para celebrar el tercer aniversario de AFONARMU. Un año más, el encuentro fue una oportunidad para compartir experiencias, fortalecer lazos y disfrutar de lo que más nos une: la naturaleza y la fotografía.
La llegada al alojamiento tuvo lugar el viernes por la tarde. A medida que iban llegando los socios, la casa se fue llenando de saludos, risas y ganas de pasarlo bien. Tras instalarnos, compartimos una cena en convivencia donde se perfilaron los planes para el día siguiente: ruta, horarios, coches, equipos… todo preparado con la colaboración de los asistentes.



El sábado arrancó con una ruta fotográfica por el entorno natural que nos rodeaba. Durante la caminata, pudimos observar y fotografiar flora y fauna, intercambiando conocimientos y disfrutando del paisaje. Al volver al alojamiento, preparamos una barbacoa al aire libre, que se convirtió en uno de esos momentos de convivencia que tanto valoramos. Por la tarde, nos dirigimos a la estación de tren abandonada de Calasparra, donde realizamos una actividad colaborativa centrada en fotografía macro. Pusimos en práctica trucos y conocimientos que se habían compartido durante la cena del día anterior. Se generó un ambiente de aprendizaje distendido y creativo que nos dejó grandes recuerdos. Para la puesta de sol, nos trasladamos a un mirador donde algunos socios pudieron avistar un par de cabras montesas que pastaban por la ladera de la montaña.


El domingo fue el broche final del aniversario. Por la mañana teníamos reservada una visita a Las Cuevas del Puerto, un rincón espectacular donde pudimos disfrutar de un recorrido guiado entre formaciones rocosas que dejaron impresionados tanto a adultos como a los niños que nos acompañaban . Tras la visita, regresamos al alojamiento para compartir una paella casera, como siempre, preparada con mucho cariño.



Durante todo el fin de semana no faltaron los momentos para el recuerdo: cafés asiáticos en sobremesas largas, observación de aves desde las ventanas, bromas, colaboración espontánea, juegos infantiles y muchas ganas de seguir disfrutando juntos de esta afición que nos une.
El espíritu participativo de los asistentes hicieron de este aniversario un encuentro especial, redondo y con sabor a familia. ¡Soplamos las velas hasta el año que viene!
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